En el último artículo de este año, 2017, voy a darte las claves de la inmortalidad, voy a contarte lo que tienes que hacer si quieres vivir milenios y batir tu espada con otros inmortales hasta que sólo quede uno.

Bueno, igual no, lo de la inmortalidad es algo en lo que (ya lo he dicho otras veces) no estoy interesado.

Mi objetivo final en cuestiones de salud no es vivir más, es vivir mejor.

Me parece mucho más importante tener calidad de vida que vivir más años, aunque por lo general tener calidad de vida irá asociado a más tiempo de vida. ¿Qué más da vivir 75 u 85 años? lo importante es cómo vives esos 75 u 85 años.

Y para eso si puedo darte la receta del éxito, al menos mi receta del éxito basada en todo lo que (hasta día de hoy) he leído, estudiado y aprendido de amigos y referentes en el mundo de la salud.

Ojo, que voy, aquí van las claves:

1º Tienes que moverte cada día.

Presta atención, no veo que ponga que tienes que entrenar cada día, sea lo que sea entrenar. No. Tienes que moverte cada día. Nuestros abuelos y abuelas no entrenaban, los abuelos y abuelas de nuestros abuelos no entrenaban, y sus abuelos y abuelas tampoco. No iban a un gimnasio a encerrarse cada día 1h a moverse en una máquina con ventilación artificial. Se movían mucho, llevaban una vida muy activa. Su vida incluía movimiento, a diario.

Ir al huerto, hacer el pan, ir a por la compra (sin coche, andando), preparar conservas, podar la parra, pasear un rato para ver si las manzanas del manzano (que está a 2km) ya están maduras, etc.

Movimiento.

En nuestro caso, con un poco de suerte, podemos tener huerto, campo y manzano, pero lo habitual es tener asfalto, humos y ruidos. Bueno, no es lo ideal, pero también tenemos escaleras, parques y supermercados a 1km.

¿Cómo reproducimos ese entorno? pues usando las escaleras en lugar del ascensor, paseando por el parque o haciendo la compra sin usar el coche, por ejemplo. Luego, si quieres entrenar, perfecto, pero no te pases el resto del día de la silla al sofá.

2º Tienes que comer comida cada día.

«¿Comer comida? ¡y qué quieres que coma! ¿piedras?»

Me refiero a comida de verdad ¿no sabes lo que es comida de verdad? es muy sencillo:

  • Carne de la carniceria
  • Pescado de la pescadería
  • Verduras de la verdulería
  • Frutas de la frutería
  • Huevos
  • Frutos secos
  • Legumbres

Como ves, hay una gran diferencia entre comprar carne y cocinarla tu o comprar un paquete y calentarlo en el horno o el microondas. Lo mismo con el resto de alimentos.

¡Aprende a cocinar de tu abuela! come todo lo que ella comiera y, casi seguro, comerás comida de verdad. Somos lo que digerimos, es decir, lo que echamos a nuestro estómago pasa a formar parte de nosotros, de nuestra sangre, de nuestros órganos internos y de nuestros tejidos. Reflexiona sobre eso… esas «E-«, esos conservantes de nombre raro, ese potenciador del sabor, esos aceites, esos azúcares… eso NO es comida, son productos legales, pero no son comida.

No pasa nada por comer eso una vez a la semana, el problema es cuando lo comes 6 días a la semana.

Es tu salud y son tus decisiones.

3º Tienes que conectar con el humano que llevas dentro cada día.

– «¿Conectar con qué?»

– Con el humano que llevas dentro, ese que lleva encerrado años en una cárcel hecha de luz artificial, prisas, humos, ruidos y asfalto.

¿Cómo se conecta con ese señor o esa señora? ¡de nuevo es muy sencillo! para, escucha, respira, mira.

Para el ritmo de tu cabeza un rato cada día, medita, lee, no hagas nada. Apaga la TV, el ordenador y el móvil. Deja que tus pensamientos fluyan, deja que se vayan.

Escucha a tu corazón (podemos llamarlo corazón, intuición, tu ser interno, etc). Escucha lo que tienes que decirte y hazte caso, no te dejes llevar por la corriente, por el protocolo, se tu mismo/a.

Respira aire de verdad (si puedes) un rato. Vete a un parque, a un monte, a la montaña. Conecta con la naturaleza, que ha sido nuestro hogar durante millones de años, ella te ayudará a relajar la cabeza y el cuerpo. Y mira los árboles, las cimas, las nubes, la luna, las estrellas, las hojas del otoño o las flores de la primavera, siente tu tierra, siente al homínido que hay dentro de cada uno de nosotros.

¡Y ya está! es sencillo ¿no? ¡y gratis! puedes hacer todo lo que te propongo sin gastarte ni un duro, excepto comprar comida, cierto, pero ese gasto tienes que hacerlo también si comes basura.

Gracias por leerme, homínido. Feliz 2018.

VIVE COMO UN HUMANO